jueves, 20 de agosto de 2009

Roger Waters contra el muro en Cisjordania



Pie de foto:
Roger Waters realiza una pintada en el tramo del muro que atraviesa Belén

El País, Madrid
20 de agosto de 2009
 
 
Otro ladrillo contra el muro
 
La ONU estrena un documental narrado por Roger Waters, de Pink Floyd, sobre el impacto de la barrera de 700 kilómetros que divide a israelíes y palestinos
 
ANA CARBAJOSA - Jerusalén
 
Cuando Roger Waters, fundador de Pink Floyd, aterrizó en Israel para tocar ante 50.000 personas hace tres años, no sospechaba que su visión de la zona y del conflicto de Oriente Próximo iba a dar un vuelco. Pero el día antes del concierto, funcionarios de la ONU lo pasearon por Cisjordania con un objetivo: que el autor del legendario álbum El muro viera la mole de hormigón que divide Israel de los territorios palestinos. "Había visto fotos, había oído hablar mucho de él, pero sólo cuando lo ves te das cuenta de lo opresivo que es y de lo triste que es ver a la gente pasando por esos pequeños agujeros. Es una locura", dijo entonces el compositor.
El impacto que le produjo aquella experiencia no se ha borrado con el paso del tiempo y ahora, tres años más tarde, Waters se ha convertido en actor y narrador de Horizontes vallados,una película que Naciones Unidas presentó ayer en Jerusalén Este, que piensa colgar a partir de hoy en YouTube y con la que pretende dar a conocer el impacto de la barrera en la vida diaria de los palestinos.
El filme comienza con una imagen de Waters paseando a lo largo del muro y con una declaración de principios: "Hola, soy Roger Waters. Soy inglés. Soy compositor y he escrito mucho sobre los muros externos e internos a lo largo de mi carrera. Siempre me han despertado un deseo de entender el porqué de esos muros. Y las causas son siempre el miedo". A la aparición del fundador de Pink Floyd le sigue la comparecencia de 2002 del ex primer ministro Ariel Sharon, hoy en coma, en la que anuncia que para "mejorar la seguridad de los ciudadanos de Israel", su Gobierno creará una barrera de separación. "Hemos decidido empezar inmediatamente", comentó el político israelí, en un momento en el que los ataques suicidas palestinos arreciaban y se llevaban por delante la vida de civiles en todo el país. Lo que no dice Sharon y sí explica la película de la ONU es el impacto que los 705 kilómetros de muro y verja que surcan Cisjordania (en un 85% del recorrido) y la frontera con Israel (15%) iban a tener sobre la vida de cientos de miles de palestinos. Cómo los campesinos se iban a quedar sin acceso a sus tierras, cómo los jóvenes palestinos iban a ver que su escuela o su universidad se quedaban al otro lado de la barrera, o cómo de un día para otro los enfermos iban a tener el paso cortado de camino al hospital.
La ONU ha decidido presentar la película cuando se cumplen cinco años desde que el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya declarara la ilegalidad de la barrera "por crear una anexión de hecho de territorios palestinos" y ordenara su demolición. Ya entonces, el Gobierno israelí anunció que no pensaba acatar el dictamen, y así ha sido. El muro continúa su curso, hoy plagado de graffitis, incluidos los del enigmático artista británico Banksy, que estos días expone en el museo de Bristol.
Horizontes vallados termina con una imagen del multitudinario concierto de Waters en Israel en 2006. Después de tocar Another brick in the wall, el músico británico hace una petición al público, a los jóvenes cuyo Gobierno puso en pie la barrera y que aún hoy sigue construyéndola: "Nosotros, el resto del mundo, necesitamos que esta generación de israelíes tire abajo los muros".

martes, 18 de agosto de 2009

FIAMBRE, SANTITOS MUERTOS....







El Fiambre es un plato tradicional de Guatemala que se come el 1 de Noviembre día en el que, como en muchos países católicos, se celebra el Día de Todos los Santos. Es como una ensalada que puede llegar a tener más de 50 ingredientes y aunque no exista una única receta para el fiambre podemos clasificar su contenido en cuatro grupos: carnes, embutidos, verduras y quesos.

WIKIPEDIA

Las comidas de tiempos de difuntos tienen mucha significacion en todas las culturas, porque simbolizan la convivencia entre los seres vivientes y los seres del mas alla.  En Mesoamerica las comidas de difuntos ya eran sobresalientes en la epoca prehispanica, durante la conmemoracion de los dias de comunicacion con los ancestros y los antepasados en el calendario maya del Tzolkin, que se ubicaba en el mes de julio, cuando se celebraba la fiesta del año nuevo o Watzakib Batz.

Por su parte, los españoles que conquistaron el territorio conmemoraban estas fiestas el 1 y 2 de noviembre, establecidas por la Iglesia hacia el siglo IV.  En esas fechas se preparaban comidas especiales, sobre todo frias y con fuerte herencia de la cultura arabe.  Con el proceso de mestizaje e hibridacion de elementos culturales, la poblacion guatemalteca de finales del siglo XVI creo un plato frio especial, para ser ingerido durante las celebraciones mortuorias anuales: el fiambre.

Despues de la consolidacion de los elementos claves de la cultura guatemalteca, a mediados del siglo XVII y el fiambre quedo arraigado en toda Guatemala como comida del 

dia de difuntos. Se mencionaba ya en recetarios de principios del Siglo XVII y el fraile Tomas Gage se refiere al mismo cuando viajo por Guatemala, entre 1625, 1638.  En particular, el fiambre se afianzo como “comida de muerto” en el siglo XIX.

Por su barrolquismo y procesos tan elaborados de coccion, expresa la cosmovision y la manera de ver el mundo del guatemalteco, tanto mestizo como mayanse.  En esa comida puede establecerse toda la identidad del guatemalteco:  el uso de las verduras y su aderezado es herencia evidente del mundo prehispanico; el empleo de sistintos tipos de carnes y embutidos, de ascendencia española, y el uso de quesos, alcaparras, aceitunas y otras especias, de autentica herencia arabe.  No obstante su origen, la creatividad de las anonimas cocineras guatemaltecas le han dado su connotacion especial y nacional.

 www.guatemalabella.com/tradiciones-de-guatemala-historia-del-fiambre

En mi caso como buen gloton, me encanta la peripecia del armar un buen plato, como diseñador, me gusta que se vea bien y por supuesto que tenga intensidad. Un collage de sabores y olores  es importante, aunque la tradición sea

una mezcla  de culturas, el chapin se ha encargado de hacer este plato  sea algo muy tradicional.

Aunque en nuestros tiempos, con la inflación y con sueldos tan bajos es difícil hacer  un buen fiambre, a mi no me importa invertir plata en la adquisición de sus ingredientes, ya que me trae armonia y convivencia con mi familia.

Increible como las costumbres y el paladar van cambiando con el  transcurir del tiempo, yo era una persona bastante melindrosa en cuestion de comida y sabores. Aunque nunca pase hambres ni pobreza (gracias a Dios) con el tiempo me di cuenta que por melindroso me perdi de platos increíbles, por supuesto nunca es tarde para saborear la extensa gama de platillos que este mundo nos brinda, en este caso el fiambre…

ANGEL CASTELLANOS

domingo, 16 de agosto de 2009

Coleccionistas Obsesivos, ¡el cielo es el límite!


Blog Con-Secuencias
Diario Clarín, Buenos Aires
12 de agosto de 2009


Coleccionistas Obsesivos, ¡el cielo es el límite!

Alfredo Rosso

un disco nunca fue un objeto que llegaba a tus manos simplemente como resultado de una transacción comercial: siempre es un talismán mágico, un pasaporte al aura de otras personas que le aportan color a tu vida, una ventana abierta a su mundo, que en cierta manera es también el tuyo, visto desde otra óptica. Y como esos cuentos que nos contaban de chicos antes de dormir, o como esas series de superhéroes de las que no queríamos perder ningún capítulo, lo mismo nos sucedió con los artistas que admiramos. Después de “Por Favor Yo” (con mala traducción y todo…) quisimos tener “Con Los Beatles” y “Yeah Yeah Yeah – Anochecer de un Día Agitado” y “Beatles For Sale” y “¡Socorro!” y “Rubber Soul” y así hasta “Let It Be”. Y eso que se daba con los Beatles a otros les pasó con Led Zeppelin, con Los Piojos, con Pink Floyd, con los Redonditos… La cuestión que está detrás de cada compra compulsiva no es meramente el completismo, sino la curiosidad, la capacidad de asombro que quiere seguir ensanchándose: ¿Qué nuevas historias tienen para mí? ¿Qué nuevos comentarios sobre la vida de gente como yo, sobre el mundo en el que vivo, sobre las cosas que me gustaría cambiar, sobre las cosas que me gustaría que sigan siendo así? ¿Qué nuevos sonidos y éxtasis invictos me depararán?
Pero esa, claro está, es la parte más obvia del coleccionismo: querer tener todos los discos de un artista determinado, que es como querer tener todas las novelas de determinado autor o ver todas las películas de determinado director. La siguiente fase es pregutarnos ¿cuándo se pasa a ser un coleccionista sin remedio? Bueno, algunas pistas: cuando uno decide comprar ese single cuyo lado A está en el álbum que ya tenemos, ¡pero tiene un lado B inédito!. O tiene funda ilustrada. O tiene un comentario especial y único. O todas esas cosas a la vez. O cuando uno comprueba que, de un mismo tema, hay versiones diferentes en el single que en el long-play. O en ediciones distintas del mismo long-play. Por supuesto, tenemos que tenerlos TODOS. Ya podemos ir a anotarnos a “Coleccionistas Anónimos.”`
Y ya en un grado de enfermedad avanzada de coleccionismo, está el caso de querer tener el mismo disco, ya no sólo en diferentes ediciones de un mismo país, sino en ediciones de varios países del mundo. Algunos coleccionan sólo los que tienen alguna leve diferencia: un sello distinto, un color algo más opaco o brillante en la portada o directamente una foto diferente del artista. Otros ya no les importa si es exactamente igual la edición del Album Blanco de Los Beatles de Italia que la de Portugal o la de Ingalterra. ¡Ellos quieren las tres! Y la de la India también…
Algo fascinante del coleccionismo musical es que cada formato que ha ido apareciendo a través del tiempo tiene sus propios atractivos para el coleccionista: la era del vinilo proporcionó miles de motivos, porque por un lado tuvimos los discos de pasta o como se dice en España, de pizarra, de 78 rpm; luego los mini-álbumes de 10” que traían por lo general cuatro temas por lado; después los long-plays de 12”, los singles de 45 rpm, los EPs, Extended Plays, que en la Argentina se conocieron siempre como “dobles”, generalmente con portadas ilustradas y luego -ya en la última edad de oro del vinilo, la del punk y la música Disco- los singles de 12” pulgadas con mixes diferentes o versiones extendidas de hits masivos.
Estamos de acuerdo en que el Compact Disc es mucho menos glamoroso a la hora del coleccionismo y sin embargo, la llegada del CD trajo aparejado un nuevo sistema de valores para los coleccionistas porque, para empezar, como ofrecía una duración que era más del doble de la del disco de vinilo, uno de los argumentos que nacieron junto con el CD fue el de los bonus tracks, que venían a complementar el álbum original. Así, álbumes que durante décadas tuvieron la misma cantidad de canciones se vieron aumentados con versiones alternativas de esos mismos temas, versiones en vivo, lados B de simples o canciones de EPs que nunca habían salido en forma de álbumes y demás delicias que hicieron que comprásemos otra vez (¡y hasta varias veces más!) una obra que –esencialmente- ya teníamos. Es más, la llegada del CD, su menor tamaño y practicidad, originó el concepto de The Box, o sea, la caja de varios Compact Discs que ha sido utilizada para realizar antologías de un artista, en ocasiones con multitud de temas inéditos, y en la mayoría de los casos con lujosos libretos explicativos con más y más y más datos para acumular en el CPU cerebral del coleccionista que se precie.
Obsesivos, monopolizadores de charlas, enciclopédicos, retentivos anales, los coleccionistas musicales coleccionan también –esto sin proponérselo- los más variados epítetos de parte de los que, claro, no han sido picados por este particular bichito. Pero, en última instancia, la vida es demasiado corta y abundante en Waterloos cotidianos como para negarse placeres que, aunque enflaquezcan la cuenta bancaria, estimulan el placer de estar vivos. Eso sí, no me pregunten cómo se coleccionan MP3…

web,diseño y logos





ARREGLO FLORAL




El arte de arreglar flores es otra de las tantas expresiones decorativas es una habilidad que no solo artistas la poseen. El secreto está en la habilidad de combinar texturas y tener 'ojo" para elegirlos colores.

Cualquier recipiente desde un jarrón de cristal o porcelana hasta una lata vacía de Coca-Cola sirve para crear distintos arreglos de flores.

Si eres del gusto minimalista con tres lirios puestos en distintas alturas y unas cuantas hojas podrás crear una magnífica composición.Si eres de gusto clásico y formal te recomendamos usar las rosas.

Las rosas combinadas con un follaje llamado espárrago y liliums amarillos le da un toque romántico a cualquier rincón de tu casa .

Para crear este arreglo necesitas un jarrón de cerámica o porcelana en algún de cerámica o porcelana en algún color suave, unas tijeras, flores como rosas, claveles, fresías y liliums en colores amarillos y rosado.

Follaje recomendamos el espárrago y un pedazo de malla tipo nido de gallina. Pasos a seguir

1. Haz una bola con el nido de gallina y métela dentro del jarrón dejando la mitad sobre saliente, verifica que la malla esté firmemente colocada en su lugar.

2. Empezando por el centro empieza a intercalar las diferentes flores dentro de cada hueco de la malla

3. Las flores deben de tener distintas alturas, sin tener mucha diferencia entre una altura y la otra , las mas altas deben ser las que estén al medio las mas bajas pegadas al florero

4. Cuando ya hayas terminado de colocar las flores pon el follaje en los huecos que hayan quedado vacíos

Este arreglo es para las que tienen un espíritu más informal. Para este arreglo necesitas: una lata vacía en color rojo o verde de galletas que sea alto y derecho. Espuma floral (oasis) previamente remojada en agua tijeras claveles rojos y un follaje de eucalipto o alguna flor miniatura.

1. Corta el oasis casi a la misma altura del tamaño del recipiente.
2. En este caso debes empezar por poner primero el follaje. Esto es lo que le va a dar el volumen y la informalidad al arreglo.
3. Una vez que hayas terminado con el follaje completa el arreglo poniendo los claveles rojos de manera uniforme

Consejos útiles para disfrutar más tiempo sus flores.

1. Cuando compre flores, asegúrese que estén lo suficientemente maduras pero no pasadas; los pétalos deben estar coloridos con su bordes en buen estado. Si no está en su punto: o no abre, o lo hace sin color; o dura poco.

2. Una vez en casa, colocar las flores en agua limpia para que la absorban.

3. Luego de unos momentos, colocar las flores en un florero bien limpio.

4. Para lograr una mejor conservación puede incorporar preservante para flores cortadas, cuidando la dosificación aplicada (por ejemplo, dos gotas de lavandina por cada litro de agua).

5. Antes de colocar las flores en el florero, recortar oblicuamente uno 3 cm. de los tallos con un cuchillo afilado.

6. Los tallos no deben desagajarse ni aplastarse, ni siquiera cuando son duros. Tampoco debe rasparse la corteza.

7. Para no acelerar la contaminación del agua no deben sumergirse las hojas en el agua del florero.

8. Si utiliza preservantes, procure añadir gradualmente agua limpia al florero a medida que se vaya consumiendo. Si sólo hay agua, cámbiela en su totalidad cada dos días.

9. Por la noche coloque las flores en el ambiente más fresco de la casa, o baje la temperatura del ambiente.

10. Las flores cortadas no soportan bien la luz directa del sol ni las corrientes de aire. Jamás ponga frutas cerca de las flores porque el etileno que la fruta produce acorta considerablemente la duración de vida de las flores. Para finalizar; un sitio encima de la calefacción tampoco es el más adecuado.

sábado, 15 de agosto de 2009

El estilo KITSCH


La palabra kitsch se origina del término alemán yidis etwas verkitschen. Define al arte que es considerado como una copia inferior de un estilo existente. También se utiliza el término kitsch en un sentido más libre para referirse a cualquier arte que es pretencioso, pasado de moda o de muy mal gusto.
Aunque su
etimología es incierta, está ampliamente difundido que la palabra se originó en los mercados de arte de Múnich entre los años 1860 y 1870. El término era usado para describir los dibujos y bocetos baratos o fácilmente comercializables.
Otra palabra
alemana kitsch está asociada al verbo kitschen, que significaba ‘barrer mugre de la calle’. El kitsch apelaba a un gusto vulgar de la nueva y adinerada burguesía de Múnich que pensaba, como muchos nuevos ricos, que podían alcanzar el status que envidiaban a la clase tradicional de las élites culturales copiando las características más evidentes de sus hábitos culturales.
Lo kitsch empezó a ser definido como un objeto estético empobrecido con mala manufactura, significando más la identificación del
consumidor con un nuevo status social y menos con una respuesta estética genuina. Lo kitsch era considerado estéticamente empobrecido y moralmente dudoso. El sacrificio de una vida estética convertida en pantomima, usualmente, aunque no siempre, con el interés de señalar un status social.
Tal vez un ejemplo clásico de ello es la arquitectura y el arte decorativo desarrollado en el área de
Los Ángeles en California durante las décadas 10 al 30 del siglo XX, cuando la zona vivió un gran desarrollo económico debido a la agricultura y el éxito de la industria cinematográfica de Hollywood, lo que creó una generación de gente emigrada de Europa recién adinerada que intentaron recrear el estilo de los nobles europeos. Esto dio pie a la creación de mansiones en las que se mezclaban caóticamente estilos como el barroco, florentino, gótico y el rústico usado en las misiones de la misma California. Este estilo fue llamado Californiano; en la decoración se crearon piezas estrambóticas, como chimeneas de más de tres metros de altura, falsos escudos nobiliarios, tapetes de oso, espejos gigantescos con marcos de falsa madera tallada estofada realizados en plástico o cuadros idílicos de falsos antepasados que decoraban sus paredes. Se llegó al exceso de comprar antiguos castillos europeos que eran trasladados piedra por piedra a los Estados Unidos o bien comprar títulos nobiliarios en subasta.
El uso del término [
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Lo kitsch es una imitación estilística de formas de un pasado histórico prestigioso o de formas y productos característicos de la alta cultura moderna, ya socialmente aceptados y estéticamente consumidos.
La palabra se popularizó en los
años 1930 por los teóricos Clement Greenberg, Hermann Broch, y Theodor Adorno, que intentaban definir lo avant-garde y el kitsch como opuestos. En aquella época, el mundo del arte percibía la popularidad del kitsch como un peligro para la cultura. Los argumentos de los tres teóricos confiaban en una definición implícita del kitsch como una falsa consciencia, un término marxista que significa una actitud mental presente dentro de las estructuras del capitalismo, que está equivocada en cuanto a sus propios deseos y necesidades. Los marxistas suponen que entonces existe una separación entre la situación verdadera y su fenomenología.Adorno percibía esto en términos de lo que él llamaba la industria cultural, donde el arte es controlado y planeado por las necesidades del mercado y es dado a un pueblo pasivo que lo acepta. Lo que es comercializado es un arte que no cambia y que es formalmente incoherente, pero que sirve para dar a la audiencia ocio y algo que mirar. El arte - para Adorno - debe ser subjetivo, cambiante y orientado contra la opresiva estructura del poder. Él clamaba que el kitsch es parodia de la catarsis, y también parodia de la conciencia estética.

NIN CLOSER

viernes, 14 de agosto de 2009

Alvin Lee, guitarrista de Ten Years After, recuerda a Woodstock


La Jornada, México, DF
12 de agosto de 2009
“Woodstock, maravilloso accidente”


Nadie esperaba que el festival se convirtiera en icono de la “generación amor y paz”: Alvin Lee
Dpa

Hamburgo, 11 de agosto. Su presentación en el legendario festival de Woodstock, hace 40 años, lo hizo mundialmente famoso de la noche a la mañana. Alvin Lee, líder de la banda británica Ten Years After, se convirtió, tras su solo de guitarra I’m going home, en el más rápido del mundo en ese instrumento y fue inmortalizado en la banda sonora de Woodstock y en la película, premiada con un Óscar, y que hasta hoy es el documental más exitoso.

Hasta Jimi Hendrix, quien entonces era uno de los más destacados artistas presentes en Woodstock, alabó la presentación como la mejor del festival y calificó de maestro a Lee.
El roquero Lee y el ex beatle George Harrison estuvieron unidos por una larga amistad y colaboración musical.
Lee, de 64 años, vive desde hace largo tiempo en la Costa del Sol. Con motivo del 40 aniversario del festival de Woodstock ofreció una de sus poco frecuentes entrevistas.
–Cuando estaba en el escenario de Woodstock, ¿sintió que escribía una página de la historia?
–No, de ninguna manera. En el verano de 1969 ofrecíamos una serie de festivales. Sinceramente, para nosotros era en principio uno de muchos, aunque al llegar nos quedó claro que en términos numéricos era muy, muy grande. La protesta contra Vietnam ya existía entre la juventud estadunidense antes de Woodstock. Prácticamente todos los jóvenes estaban en contra de esa guerra sin sentido.
“Pero la mayoría de las bandas no tenían un mensaje político, sólo querían transmitir su música y garantizar alegría y diversión. Incluso un año después del festival todavía no se habían producido cambios. Sólo cuando se lanzó la película, en 1970, se convirtió en ese acto gigantesco, en el icono de la generación de paz y amor, que quería cambiar el mundo. Eso inquietó a los gobernantes en Estados Unidos.
“Sin embargo, eso de que Woodstock iba a entrar en la historia es algo que seguramente ningún músico presintió. Fue un maravilloso accidente.”
–¿Qué recuerdos vincula con el festival y su presentación?
–Fuimos trasladados en helicóptero. Fue una imagen impactante mirar esas multitudes. Recuerdo también la tormenta que amenazaba con hacer volar el escenario.
“Llegamos al mediodía y debíamos tocar enseguida. Pero tras la presentación de Joe Cocker comenzó esa terrible tormenta. Todo se postergó horas. A las 21 horas subimos al escenario. La disciplina de las 500 mil personas fue notable. Soportaron todo estoicamente, no podían buscar refugio en ningún lado. Eso ya tenía algo de pacífico, armónico.
“Recuerdo también que durante la espera se me habían acabado los cigarrillos. Simplemente me dirigí al público, que me ofreció cigarrillos de mariguana. Todavía hice un paseo a orillas del lago. Acerca de la presentación no tengo recuerdos. Un año después la vi en la película, sobredimensionada, de un tamaño mayor al real.”
–De los más de 30 grupos que se presentaron en Woodstock sólo una parte fue incluida en la banda sonora y en la película. La propia Janis Joplin no apareció en la película de 1970. ¿Estuvo conforme con su actuación y como fue presentada en el filme?
–En primer lugar estoy bastante orgulloso de haber estado en Woodstock. Evaluar mi parte en la película no me resulta sencillo. En Hollywood me encontré en la última fase de producción con el director Michael Wadleigh, quien me invitó a ver algunas escenas. Entonces me enteré de que la película debía ser cortada. Era demasiado larga y por lo tanto iba a atraer a pocas personas al cine, argumentaban.
“Yo ordené a mi representante dejarles en claro que eso no entraba en consideración en mi caso. La intención era, junto con otras bandas, advertir por escrito que, en caso de un recorte, no podrían usar ninguna de las canciones. Pero al final cedieron.”

Gigantesco éxito de taquilla

Los directivos cinematográficos se equivocaron. Woodstock se convirtió en un gigantesco éxito de taquilla; ganó un Óscar, la banda sonora llegó al puesto número uno de los charts.

–¿Qué cambió para usted después de que la cinta fue presentada en los cines de todo el mundo?
–En Estados Unidos tocábamos en salones con mil 500 a 2 mil espectadores. Cuando se estrenó la película, el éxito nos arrolló, uno podía sentirse realmente mareado. De pronto nos presentábamos en el Madison Square Garden, en arenas de hockey sobre hielo y estadios, con decenas de miles que nos querían ver.
–¿Y cómo vive ahora?
–Estoy feliz. Elijo uno u otro concierto o festival, actúo tal vez 10 veces por año. Los viajes se me hicieron pesados; no necesito ni quiero todo ese estrés, de ninguna manera las giras de conciertos con 20 presentaciones seguidas.

"“Woodstock, el fin, no el principio de la revolución de los años 60”"















La Jornada, México, DF
12 de agosto de 2009

La euforia se convirtió en resaca, “los jipis ahora se transformaron en republicanos, perdieron el pelo y cambiaron el consumo de LSD por el de Viagra”, dice profesor de la Universidad Quinniplac
AFP

Nueva York, 11 de agosto. Los jipis de Woodstock querían cambiar el mundo con flores, drogas, paz y amor, pero los que terminaron transformados fueron ellos.

Para aquellos que asistieron al festival de rock en Bethel, al norte de Nueva York, del 15 al 16 de agosto de 1969, se anunciaba el advenimiento de una nueva era. Se definían como la Nación Woodstock.
Pero la euforia de ayer se convirtió hoy en resaca, porque 40 años después no queda claro si Woodstock logró cambiar algo.
Rich Hanley, profesor de periodismo de la Universidad Quinniplac, dice que el festival marcó en realidad el fin –y no el principio– de la revolución de los años 60 y la contracultura.
“En 1971, ya todo había terminado. Las protestas cesaron. La generación Woodstock salió a buscar trabajo y el trabajo puso fin a la diversión”.
Según Hanley, “los jipis ahora se convirtieron en republicanos, perdieron el pelo y cambiaron el consumo de LSD por el de Viagra”.
Wade Lawrence, director del museo de Woodstock de Bethel, dice que la generación de las flores no tuvo que esperar demasiado antes de volver a la realidad.
Menos de cuatro meses después de Woodstock, en diciembre de 1969, un concierto similar organizado en el autódromo de Altamont (California) terminó en una violenta y alucinada batalla campal.
Y el resto del mundo ya no lucía tan bien.
A pesar de las protestas pacifistas, las tropas estadunidenses siguieron peleando en Vietnam hasta 1973, y un año más tarde el escándalo de Watergate terminaba con la presidencia de Richard Nixon.

El tema de paz y amor pasó a ser algo pintoresco

“Creo que la gente perdió las ilusiones”, dice Lawrence. “El tema de paz y amor pasó a ser algo pintoresco.”

Mucho de la leyenda de Woodstock –la mariguana, el nudismo y el pacifismo– hace sonreír hoy día a una sociedad menos ingenua.
Los conciertos pasaron de reuniones improvisadas a operaciones que generan grandes sumas de dinero.
“Woodstock cambió la industria de la música”, señala Stan Goldstein, uno de los organizadores originales. “Por primera vez se pudo ver el poder que tenían los artistas para atraer no sólo a muchedumbes, sino a muchedumbres con dinero.”
Al mismo tiempo, el elemento más característico y poderoso, una mezcla de hedonismo, pacifismo y activismo político, lo que Goldstein llama la “conciencia jipi”, se evaporó casi por completo.


Michele Dean era una chica seria cuando llegó al festival de rock de Woodstock en 1969, pero no lo fue por mucho tiempo más.
Los primeros que recibieron a la joven de 17 años recién graduada fueron “dos muchachos y una chica que salieron desnudos de un lago”.
“Dios mío”, exclama Dean, quien hoy tiene 57 años y trabaja en IBM; “en aquella época no me esperaba algo así.”
Luego llegó la muchedumbre de medio millón de personas que derribó el alambrado para pasar tres días de música rock, drogas y desnudez.
“Deambulé todo el tiempo con la boca abierta”, dice Dean, quien 40 años después todavía no sale de su asombro.
Para aquellos que asistieron, Woodstock fue algo casi mágico, un momento en que las reglas quedaron en suspenso, los jipis tomaron el control, los grandes del rock, como Jimi Hendrix, estaban en su apogeo y el mundo era verdaderamente maravilloso.

Un milagro

En términos prácticos, Woodstock fue de verdad un milagro, cuenta Mel Lawrence, director de operaciones del acto realizado en ese lugar, al norte de Nueva York.

El concierto casi se cancela cuando los dueños de Wallkill, el sitio inicialmente planeado cerca del pueblito de Woodstock, de repente retiraron el permiso para organizarlo.
Se halló un nuevo sitio en una granja de Bethel, pero quedaba menos de un mes para instalar el escenario, el sistema de sonido y la infraestructura para decenas de miles de personas, incluyendo aspectos básicos como la electricidad.
“Sólo teníamos 28 días para construir el sitio y en aquella época había llovido desde hacía 20 días. También teníamos problemas de dinero. Pero lo logramos”, afirma Lawrence.
Sin embargo, las dificultades apenas comenzaban. Los organizadores tenían planes para 100 mil personas y llegaron cuatro veces más.
Una vez derribado el alambrado, el concierto quedó abierto para todo el mundo y las rutas se llenaron a tal punto que muchos simplemente abandonaron sus vehículos. Casi no había refugios.
“El segundo día nos quedamos sin comida”, cuenta Lawrence, quien no recuerda bien cómo él y sus colaboradores lograron hacer frente a la situación. “Era algo imposible de planear. Fue una serie de circunstancias que se interpusieron de manera misteriosa”, dice. “Creo que fue el karma. Tratamos el lugar, Bethel, con mucho, mucho respeto.

martes, 11 de agosto de 2009

Sueño y pesadilla de 1969 Altmont y Woodstock


Pie de foto:

La actuación de los Ángeles del Infierno, encargados de la seguridad, se saldó con un muerto.


El País, Madrid

11 de agosto de 2009

Sueño y pesadilla de 1969

La promesa de paz, amor y música de Woodstock se truncó por los trágicos sucesos del festival de Altamont. Se cumplen 40 años del breve apogeo del ideal 'hippy'

DIEGO A. MANRIQUE

Con cada aniversario redondo, Woodstock vuelve a ser celebrado y la marca se reactiva comercialmente, amenazando con una nueva edición del festival. En 2009, aparte de varios libros, se publica la mayor colección de sonidos -canciones, avisos, presentaciones, ¡la tormenta!- del evento: una caja con seis discos titulada Woodstock 40 years on: back to Yasgur's farm (Warner).

Ese fin de semana (del 15 al 18) de agosto de 1969 ha quedado inmortalizado como modelo de convivencia: más de 400.000 personas se juntaron en las montañas de Nueva York, desbordando a los organizadores de la Feria de Música y Arte de Woodstock. No pudieron controlar las entradas o vigilar las vallas; a su pesar, Woodstock fue gratuito.

No era el primer festival de rock pero nadie tenía la experiencia necesaria para enfrentarse a semejante aglomeración. Woodstock se desarrolló gracias a esa capacidad estadounidense para improvisar: si resultaba imposible desplazar a los músicos por las saturadas carreteras, se alquilaban helicópteros -a veces, los mismos Hueys que combatían en Vietnam- que también evacua-ban casos graves. Las cocinas de la comuna Hog Farm lograron milagros, pero aquello se hubiera colapsado sin las raciones de emergencia preparadas por monjas o damas judías de la zona; hasta los hoteles donaron alimentos.

Y eso que las primeras crónicas enfatizaban el peligro de epidemias, hambre, malos viajes. The New York Times incluso editorializó sobre lo que consideraba un desastre sin paliativos. Sólo tras el retorno de los asistentes se impuso una visión positiva, que destacaba la riqueza musical, la convivencia pacífica, el candor de los chicos que se bañaban desnudos. También resultaba tranquilizador el triunfo del hedonismo sobre el impulso revolucionario, ejemplarizado por el empujón de Pete Townshend a Abbie Hoffman, cuando el agitador yippie se atrevió a invadir el escenario de The Who para arengar a la tropa.

Poderosos intereses necesitaban retratar un Woodstock risueño. Urgía borrar los números rojos con el lanzamiento de los discos, con el estreno de la película. Sin embargo, la propia contracultura deseaba propagar la idea de que medio millón de jóvenes se podían reunir para escuchar música y divertirse, conviviendo armoniosamente bajo las reglas de la era de Acuario.

Un mito tan atractivo que embaucó a cínicos del calibre de los Rolling Stones. En noviembre, los británicos reaparecían en Estados Unidos, estableciendo el prototipo de gira estelar: desplazamientos en avión propio, grandes recintos, máximos beneficios. Jagger y compañía quisieron despedirse con un concierto gratuito, un Woodstock Oeste que además serviría como clímax del documental de la gira que estaban rodando los hermanos Maysles.

Terminaron en un circuito de carreras cerca de San Francisco. Lo ocurrido allí el 6 de diciembre garantiza que Altamont sea hoy sinónimo de caos y violencia. Fue una orgía de malas vibraciones, agravada por una organización descerebrada. Los Ángeles del Infierno, increíblemente contratados como seguridad, vapulearon a músicos y espectadores; harto de agresiones, un chico negro llamado Meredith Hunter esgrimió una pistola y murió acuchillado.

En honor a la verdad, tampoco Woodstock fue exclusivamente "paz y amor": nadie habla de los muertos. Allí se toleraron actos de vandalismo -el incendio de los puestos de comida- con excusas políticas. De hecho, hubo momentos de pánico: tras la lluvia, quedaron al descubierto cables eléctricos, haciendo muy real la posibilidad de una electrocución en masa.

Da lo mismo: Woodstock fue glorificado por la misma necesidad de eventos significativos que anatematizó a Altamont. Además, era fácil señalar con el dedo: los Stones cargaron con las culpas. ¿No eran músicos que se definían como "Sus Satánicas Majestades"? Pura fachada: estaban tan despistados que aceptaron la sugerencia de llamar a los Los Ángeles del Infierno californianos, creyéndoles simples moteros rebeldes, como los que les arroparon meses atrás en el Hyde Park londinense. Cuando llovieron los juicios, las querellas y las recriminaciones, hasta los Ángeles se sintieron utilizados y prometieron venganza: durante años, Jagger temió que hubieran encargado su eliminación.

Sin minimizar las responsabilidades del grupo, hoy parece que Altamont fue un grave error generacional. La aristocracia del rock de San Francisco decidió que, si la ciudad había sido el jardín del movimiento hippy en 1967, se sentía capaz de improvisar una versión californiana de Woodstock. Pero el Altamont Speedway no se parecía en nada a la edénica granja de Max Yagur. Y el público de la Costa Oeste era más resabiado, melenudo y escéptico que la multitud boquiabierta de Woodstock.

Paradójicamente, Jagger y compañía habían intuido el avinagramiento de la utopía hippy con Gimme shelter, que inevitablemente serviría para bautizar la película de los hermanos Maysles (ahora relanzada en DVD, con material extra). Tras Altamont, la inocencia del verano del amor resultaba un recuerdo embarazoso. Hasta diciembre de 1969, la contracultura no aceptaba que entre sus filas pudieran anidar las serpientes.

Fue ese mes cuando se difundió que la familia encabezada por Charles Manson era responsable de la masacre en la casa de Roman Polanski y otros asesinatos que aterrorizaron a los habitantes de Los Ángeles. Costó aceptarlo: los reporteros enviados por Rolling Stone a cubrir el caso iban convencidos de que aquello era un montaje, destinado a enfangar la reputación del movimiento hippy.

Manson tenía un amplio historial carcelario, aunque se había reinventado como gurú y aspiraba a difundir sus enseñanzas mediante canciones. Le garantizaban tipos respetables: hasta Neil Young habló de Manson a su discográfica, Reprise. Su comendación: "Charlie es bueno en lo suyo, sólo que un tipo un poco descontrolado".


Creatividad, una aproximación

La creatividad en su estado más puro es conciencia pura que trasciende a la persona, transforma la realidad o la crea

Necesidad y Justificación para el desarrollo

Justificar la necesidad de investigar o estudiar a la creatividad puede parecer irrelevante. Sin embargo, aunque la creatividad en el desarrollo de la humanidad es central y cada vez más necesaria, en los hechos no parece haber mayor interés, por lo que probablemente sea necesario evidenciar la necesidad de estudiar a la creatividad.

Si se revisan los programas de desarrollo de la mayoría de gobiernos, se podrá observar que no existe el énfasis necesario en el estudio de la creatividad. Si bien se le considera de paso o se le menciona en las propuestas educativas, esta consideración no pasa, en el mejor de los casos, de alusiones o menciones y pocas veces es posible observar programas educativos que estén explícitamente centrados en el estudio y desarrollo de la creatividad.

Por otro lado, tampoco es posible encontrar abundancia de iniciativas desligadas de instancias gubernamentales, que promuevan el desarrollo de la creatividad o que financien de manera relevante su estudio. Si bien es cierto que sí existen asociaciones u organizaciones de merecido reconocimiento, es fácil admitir que el número de tales organizaciones es reducido. Pero ¿es necesario que existan más instancias gubernamentales, no gubernamentales, académicas, empresariales para el estudio y desarrollo de la creatividad? ¿es necesario estudiar y desarrollar la creatividad?

Los problemas del mundo contemporáneo son evidentes: hambre, guerra, analfabetismo, injusticia, contaminación, criminalidad, delincuencia y una interminable lista de fenómenos similares. ¿Estos problemas se van a resolver solos? ¿Se van a resolver sólo con la buena intención de quien desea resolverlos? Tal vez lo primero que se necesite para empezar ha resolver estos problemas es, sin duda, el deseo de resolverlos, el compromiso decidido para solucionarlos y, entre otras cosas, el conocimiento técnico para iniciar acciones. Sin embargo, es claro que han habido buenas intenciones, compromiso y conocimiento, pero esto no ha permitido su solución. Las respuestas que se han dado hasta ahora no han sido suficientemente buenas; no habido la suficiente dosis de eficiencia, eficacia y/o relevancia en la empresa de resolverlos. Falta creatividad.

¿Por qué la creatividad puede contribuir eficaz, eficientemente y con relevancia a solucionar los problemas del mundo contemporáneo?

Los mayores logros de la humanidad son logros de la creatividad. Las personas que iniciaron acciones que aceleraron, cambiaron, transformaron el curso de historia, son personas que pueden ser consideradas creativas. Estas personas fueron capaces de establecer relaciones de conocimiento, fueron capaces de ver en dónde otros no veían, fueron capaces de establecer nuevas preguntas, de dar respuestas originales, las cuales fueron consideradas útiles para el entorno social.

Los sistemas abiertos tienen más posibilidad de desarrollo que los sistemas cerrados, pero parece que el mundo estuviera atrapado en un mundo donde el repertorio comportamental está guiado por una especie de controlador fascista de la conducta, en donde sólo se permite dar un tipo de respuestas; parece un mundo sin sentido en dónde, a pesar del deterioro del nivel de vida, se siguen ensayando y ejecutando acciones que han mostrado su fracaso.

La creatividad es una condición necesaria para el crecimiento de un país, para el desarrollo de la humanidad, para la calidad de lo humano. Empezar acciones que contribuyan a la investigación, al desarrollo de la creatividad, es urgente, indispensable. Una secretaría de estado para la creatividad y un organismo de las Naciones Unidas para la creatividad son necesarios. La creatividad es a la humanidad lo que la evolución a todas las especie. Seremos más humanos entre más creativos seamos.


Una aproximación a la definición

Lo anterior, en alguna medida justifica la necesidad de estudiar y desarrollar la creatividad en la persona y en la sociedad. Existen aproximaciones al estudio de la creatividad que la abordan desde diferentes perspectivas; así, se le ha considerado como una característica de la persona, como un proceso, como parte de un contexto, pero la más generalizada, es la que la ha considerado como sinónimo de una capacidad extraordinaria de resolución de problemas. Un problema es una situación en la que se intenta alcanzar un objetivo y se hace necesario encontrar un medio para conseguirlo. Este objetivo no se puede alcanzar con el repertorio comportamental actual del organismo; éste debe de crear nuevas acciones o integraciones.

Es probable que para resolver un problema se tenga que hacer una adecuada representación de éste. La representación de un problema consiste esencialmente en la interpretación o comprensión que del mismo realiza la persona que tiene que resolverlo.

El proceso de resolver problemas puede enfrentar obstáculos importantes. Dentro de los obstáculos más comunes destacan:

La incapacidad de cambiar las respuestas estereotipadas.
La incapacidad de adaptar las formas de percepción.
La excesiva familiaridad con un asunto también puede frenar la creatividad.
Bloqueos sociales o culturales.
Bloqueos emocionales.

Aquí cabe destacar que creatividad y solución de problemas no son sinónimos. La sola visión de un problema ya es un acto creativo. En cambio, su solución puede ser producto de habilidades técnicas. El darse cuenta del problema significa integrar, ver, asociar donde otros no han visto, es decir, un estado de conciencia diferente. En este acto de darse cuenta, intervienen componentes actitudinales, sociales, afectivos, además de procesos fisiológicos.

Algunas de las funciones cognitivas localizadas en el hemisferio derecho son quizá el fenómeno psicofisiológico más comentado en relación con la creatividad. Una de las posibles bases fisiológicas de la creatividad es el "desarrollo de niveles jerárquicos de inclusión, asociados con la actividad de circuitos de convergencia", postulándose además que la creatividad, en alguna medida, se relaciona con la comunicación entre los dos hemisferios (Grinberg,1976, págs. 154-155). Sin embargo, también merece especial atención al sistema de activación ascendente (SAC), todavía no estudiado pero con probablemente importantes implicaciones en la creatividad.

La creatividad no puede verse entonces como una sola cosa, sería como decir que un programa de televisión son o los circuitos o la pantalla o los actores; no, es más que eso. La creatividad radica en la persona y existe en un contexto. Tampoco puede decirse que la creatividad depende solamente del juicio social a un producto. Algo ha de haber de extraordinario y esencialmente creativo en la teoría de la relatividad, en el Guernica de Picasso o en la pirámide de Maslow. El juicio social no es lo único que determina lo creativo de algo. Contribuye, pero la creatividad implica más que un consenso. Amabile (1983) afirma que la creatividad existe en tanto existan a) destrezas en el campo, b) destrezas para la creatividad y c) características específicas de motivación a la tarea. Csikszentmihalyi (1995) desde una perspectiva también integradora, explica la creatividad como una función de tres elementos: campo (disciplina, o lugar en donde ocurre la creatividad) dominio (grupo social de expertos) y persona (quien realiza el acto creativo).

Estas dos últimas aproximaciones, hacia la comprensión de la creatividad, destacan por intentar una construcción más global del fenómeno creativo. Amabile sugiere la necesidad de destrezas y conocimientos propios del campo en que se desempeña el creativo, es decir, para ser creativo en música se tiene que conocer algo de música, poseer las habilidades técnicas necesarias y un "talento" especial. No necesariamente se habla aquí de una educación formal, sino conocimiento en el sentido más amplio de la palabra. Las destrezas en el campo son favorecidas por la educación formal y no formal, así como por las habilidades perceptuales, cognitivas y motoras individuales. Además de las destrezas en el campo, se requieren de destrezas propias para la creatividad como puede ser pensamiento flexible y capacidad heurística. Finalmente, es necesaria una alta motivación intrínseca, así como tenacidad y capacidad para reducir las presiones extrínsecas.

Aunque es probable que se pueda hablar de diferentes tipos de creatividad e incluso de niveles, cada uno de estos tipos o niveles tiene algo que les es característico y los define como creatividad: el estado de conciencia que permite generar una red de relaciones para identificar, plantear, resolver problemas de manera relevante y divergente.

El oso mal agradecido

Despues de casi dos años de cambiarle la imagen y buenos precios solo se del exito y el olvido fortuito